Cómo hacer del Mindfulness esa ventaja que te haga ser más competitivo

    En los últimos años parece tomar con más fuerza el concepto Mindfulness. En USA hace más de 40 años que esta nueva corriente ya existe, pero en nuestro país España, está tomando cada vez más relevancia en todas las capas de la sociedad.

    Cada vez son más las empresas que consideran la utilidad del entrenamiento de la atención con Mindfulness por parte de profesionales cualificados para entrenar a sus equipos.

    Los beneficios son muchos y no solo en la reducción del estrés, aunque me gustaría hacer hincapié en cuatro con evidencias científicas:

    1. Descenso de los pensamientos no productivos.

    Uno de los efectos más notorios en los programas de mindfulness es el descenso de los pensamientos rumiativos, que son ese tipo de pensamientos circulares que a tu mente tanto le gusta estar enganchada y donde nunca hay más solución que dar y dar vueltas.

    Por otro lado, durante gran parte del día, nuestra mente se encuentra en el pasado o en el futuro, pero no de una manera siempre útil, sino que nos lleva a estos escenarios con compañeros de viaje como el miedo o la rabia.

    Un gerente de inmobiliaria me comentaba que un propietario le pedía 300.000€ por su propiedad, pero el sabía que no se podía pagar por ella más de 230.000€ según los datos de mercado que él manejaba.

    En su mente decir que no provocaba un sentimiento de “perdida” ya que el propietario puede enfadarse e irse a otro lugar a encargar la venta.

    En ese caso pensaba que de ir asi siempre todo tu negocio puede cerrar y quedarse sin su negocio y sin ingresos. Tiene bocas a las que mantener y tal vez tu retiro tendrás que postponer porque definitivamente has cerrado y deberás de trabajar más tiempo del esperado,

    Quizás te resulte exagerado, pero es un ejemplo de como los pensamientos  se pueden apoderar de ti y llevarte a un estrés límite.

    Cuando no estamos en lo que nos pasa en este momento y la mente no está entrenada, ésta nos lleva a otros lugares, nos encontramos con una contaminación mental que nos provoca malestar y ese malestar a la larga nos lleva al estrés.

     ¿Porqué? Pues porque nos pasamos demasiado tiempo en lugares de los que no podemos hacer nada -el pasado es lo que es y el futuro no ha llegado- y menos en el presente, que es donde puedes hacer cosas, donde te puedes hacer responsable de tus actos, donde existe la posibilidad de modificar tu realidad.

    En Mindfulness, aprendemos a estar en el presente aplicando diferentes técnicas así y solo así, controlarás mejor tus estresores y tu estrés “te importará menos” porque estarás más preparado y disponible para cada situación porque en el presente, presente, las cosas no están tan mal.

    • Enfocar en lo importante.

    El funcionamiento “a salto de mata” es algo que crees que es el precio que has de pagar por el trabajo que tienes. Nada más lejos de la realidad.

    Con la práctica de la atención plena o mindfulness empezarás poco a poco a tomar perspectiva de lo importante y de lo que no.

    No se trata de decir que no me voy a agobiar por lo que venga y dejar que la providencia nos guíe.  No, definitivamente no.

    Si vas respondiendo a las cosas según van surgiendo van quedando desatendidas las cosas verdaderamente importantes. Cultivando la atención poco a poco empezarás a ver que hay cosas que debes de solucionar ahora y otras que no. Los efectos sobre tu día a día en el trabajo son directos, estás más disponible para solucionar lo que has de solucionar y no tanto en discursos mentales que se basan en deseos o proyecciones que no son reales.

    • Tus (pre)juicios quedarán en suspenso.

    Constantemente enjuiciamos y catalogamos las cosas como bueno o como malo -este articulo, por ejemplo-.

    No se trata de dejar de catalogar lo que nos gusta y lo que no nos gusta, se trata de darte cuenta cuando lo estás haciendo. Si estás en modo juicio estás en modo urgencia, es decir, estás en modo sí/no o gusta/no gusta, estás pues en piloto automático.

    En este caso, ¿eres capaz de ver las diferentes tonalidades de tu día a día? Seguro que no.

    ¿Eres capaz de ver las oportunidades de negocio en tu inmobiliaria realmente o te guías por indicios o por lo súper evidente? Piensa que siempre habrá otro que verá cosas que tú no ves y eso puede ser aceptable, pero si algo depende de ti, ¿no vas a intentar mejorarlo?.

    • Liderarás desde el valor.

    Desde la calma y el posicionamiento en el presente te darás cuenta de “tú no vendes pisos” eres agente inmobiliario y para serlo necesitas tener ciertos valores que te diferencien, precisamente del que hace “otras cosas”.

    Liderar desde el valor, por ejemplo, la vocación de servicio, te permite relacionarte con tu vendedor y tu comprador de una forma que ambos perciben y que a ti te reporta en profesionalidad y por supuesto en venta.

    Estar renovando o desde el aprendizaje continuo como valor te reportará mayor involucración de las personas, te reportará la construcción de una comunidad interna donde podréis tener una visión y unos valores compartidos.

    Todo esto, desde el estrés, las prisas y el “todo vale” no se puede cultivar.