Hemos estado hablando en anteriores posts sobre los pensamientos descontrolados y su prima hermana se llama multitarea.
Movidos por una sociedad digital cada vez más vinculada al dominio de nuestras vidas por los ordenadores y la inteligencia artificial, nos hemos encontrado que nuestros cerebros, creados para un mundo analógico, se encuentran conviviendo en un mundo digital.
Para ello nuestro cerebro, que no puede descargar ni pensar en segundo plano, como haría nuestro ordenador doméstico, hace una pequeña trampa para hacernos creer que estamos haciendo más de una cosa a la vez.
Sabemos que nuestra atención es limitada, es decir, si lo comparásemos con un cable de fibra óptica, nuestra capacidad atencional se encuentra limitada a la información que puede subir y bajar por ese hilo.
Es entonces cuando, ante una excesiva demanda y con una atención limitada y la imposibilidad de operar en segundo plano nuestro cerebro usa una cosa llamada multitarea.
La multitarea no existe. Ya está. Y lo dice la neurociencia.
Si crees que puedes hacer dos cosas a la vez -a la cual debas de prestarle un mínimo de atención- te acabas de enterar que eso no es posible.
¿Es posible caminar y mascar un chicle? Sí, porque mascar un chicle no requiere atención.
¿Es posible conducir y hablar con el móvil? No, a menos que estés parado o parada y/o la conversación sea con alguien con quien te de igual hablar, es decir, no prestas realmente atención a nada.
Y la neurociencia nos dice que cuando pasas de una tarea a otra, hablar por teléfono y escribir un mail, realmente hay un momento en el que mientras escribes no atiendes realmente a la conversación -y al revés-. Lo que se produce es una atención alterna, es decir, pasas de una actividad a otra alternativamente (mail-teléfono-mail-teléfono).
Y lo peor, cometes errores que te provocan malestar, porque o bien has de empezar de nuevo o te da la impresión de que no llegas a nada porque nada lo haces bien.
Es lo que se denomina error por residuos de atención que es una pequeña actividad que se queda iluminada en las resonancias magnéticas en tu cerebro cuando quedan tareas activas.
Te preguntarás si con el entreno de la atención podrías tener multitarea. Siento decirte que no, pero sí que puedes darte cuenta de cuando estás ahí sin darte cuenta.